7 de Agosto 2004

The Club IV: The Mark

- Ya hace dos meses desde que llegué al club y peleé por primera vez -comentaba Gary sentado en el bordillo de la tarima mientras algunos de sus compañeros le atendían-. Toda mi vida ha cambiado. Mi mujer no entendía que no podía explicarle las contusiones y heridas. Primero puso a un detective a seguirme, pero le atosigué lo suficiente como para que se diese por vencido. Cuando habló con mi esposa decició dejarme. Estamos en trámites de separación. Ella se ha ido a casa de su madre con la niña y hemos dejado el piso. También me han despedido del trabajo, pero me han dado una suculenta suma como compensación. Ahora mismo vivo en un estudio de unos 30 metros cuadrados donde casi puedo cagar y cocinar a la vez. ¿Y sabéis que? Me alegro. Ahora soy más feliz. Por fin he entendido que mi casa, mi trabajo, mi familia y el resto de mis posesiones no me daban la felicidad. Mi, mi, mi. Creo que he liberado mi mente. Ahora puedo apreciar cada instante de mi vida por el mero hecho de seguir viviendo. No necesito más.
- Amigo –espetó una voz de entre la multitud-, todo eso se lo debes a Tyler Durden. El fue quien empezó todo esto.
- ¿Quién es Tyler Durden? –preguntó Gary.
Un murmullo recorrió la sala y diversos hombres contestaban desordenadamente:
- Nunca dormía.
- Media casi dos metros y medio.
- Nuestro líder. Un gran hombre.
- Yo llegue a verle, media más de dos metros.
- ¿Pero qué cojones decís? –dijó bajando por la escalera Kusack-. Dejaos de decir gilipolleces. Hoy le haré la marca.
Todos callaron y se apartaron. Kusack, quien dirijía el cotarro, cogió una vieja silla de aluminio y la puso frente a la tarima e hizo una señal para que uno de los hombres acercase una pequeña y estropeada mesa.
- ¿Qué marca? – dijo Gary sin recibir respuesta.
- Siéntate y pon tu mano derecha sobre la mesa –prosiguió Kusack poniéndose unos guantes de goma-.
Gary obedeció sin rechistar. Uno de los hombres acerco un bote a la mesa y se alejo nuevamente. Kusack dio un marcado beso en la mano de Gary, que no sabía como reaccionar, y continuó hablando:
- Vas por buen camino. Ahora debes aprender a convivir con el dolor. A apreciarlo como la maldición divina. A asumirlo como parte de tu vida y no rechazarlo. Dicen que la quemadura química es la mas dolorosa de todas. A ver que opinas tú.
- ¿Pero qué dices? –se apresuro a preguntar Gary
Kusack volcó el contenido del bote sobre la mano que había besado y la sostuvo fuertemente. El producto químico empezó a reaccionar y corroer la piel de Gary mientras este gritaba desaforadamente. Kusack proseguía con su discurso haciendo caso omiso de las súplicas de Gary.
- Disfruta de este momento porque es el más importante de tu vida. Déjate llevar por el dolor. ¡Siente la punzada en tu mano! Ahora mismo puedes notar como tu piel se va deshaciendo poco a poco. Ahora puedes pensar que es lo realmente importante para ti. Tu mente no esta atada por las posesiones que te poseyeron. Solo se centra en esa sensación de infinita agonía que corre por tus venas. Siente el castigo divino. Piensa la cantidad de tiempo que habrá empleado Dios para definir la sensación de dolor, no podemos desperdiciarla. Para unas cosas tanto tiempo y para otras tan poco. Si Él fuese un poco más listo no habría hecho el mundo en siete días, se habría tomado mucho tiempo pero habría hecho algo bueno en lugar de esta mierda a la que llamamos Tierra.¡Joder, no me escuchas! ¡Concéntrate en el sufrimiento! –dijo soltándole.
Los alaridos de dolor eran poco menos que ignorados por un Kusack que observaba como Gary se revolcaba por el suelo casi llorando mientras el resto de los presentes permanecían expectantes. Entonces se acercó a él y le susurró al oído:
- Si quieres que neutralice tu quemadura ponte en pie y enséñame tu mano.
Gary abrió los ojos desconcertado y miró a Kusack fijamente. Tambaleándose se incorporó. Y una vez en pie y aguantando el terrible dolor, extendió el tembloroso brazo derecho al frente mostrando su espumeante mano y apretando los dientes dijo:
- No tienes ni idea de cómo duele.
En respuesta Kusack le enseño su mano con una cicatriz de una quemadura idéntica repitiendo la escena que hace años había vivido Tyler. Mientras le volcaba una botella de vinagre sobre la quemadura continuó:
- Muy bien. Estas a punto de tocar fondo.
Gary se desmayó y cayó contra el suelo produciendo un sórdido ruido.

Escrito por MäK a las 7 de Agosto 2004 a las 02:46 PM
Comentarios

No está mal, pero copias demasiado del original.
¿Has leído el libro?

Escrito por Jack a las 7 de Agosto 2004 a las 11:40 PM

Nop, no lo he leido. Ya se que tiene partes practicamente parafraseadas de la peli, es intencionado. Si sigues leyendo los proximos capitulos veras bastantes diferencias con la peli. Ya me diras que te parece cuando termine ;)

Escrito por MäK a las 8 de Agosto 2004 a las 12:22 AM

Deberías leerlo, tiene un estilo directo y minimalista. Puede que, tras su lectura, quieras revisar el estilo de tu fanfic, haciendolo más acorde con el original... y con el pulso narrativo de la película.

Escrito por Jack a las 8 de Agosto 2004 a las 03:25 AM

El libro lo tiene un amigo mio, y le eche un ojo por encima y me parecio casi identico a la pelicula. Lei un par de escenas para compararlas con la peli y creo que el libro esta perfectamente adaptado al cine (salvando las distancias claro). Al menos me parece que no se ha hecho un estropicio recortando escenas a voluntad y modificandos otras como en "El Señor de los Anillos" por ejemplo. De todos modos puede que lo lea entero cuando tenga algo de tiempo...

Escrito por MäK a las 8 de Agosto 2004 a las 03:21 PM
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