Una mala noche
Estaba harta de que mamá no me dejase salir con mis amigas por las noches. A mi hermano siempre le dejaba y a mí no. Tan solo por ser chica. Decía que no podría salir por las noches hasta que cumpliese los dieciocho pero a mi hermano mayor le había dejado hacer lo que quería desde los dieciséis. Ese día tuvimos una discusión y me fui a casa de mi mejor amiga a cenar. Cuando volví a casa aguanté la bronca de mis padres y me acosté sin dirigirles la palabra. Se habían llevado un mal rato pero se lo merecían. La verdad es que me costo bastante dormir porque me remordía bastante la conciencia. Durante la noche me desperté un par de veces intranquila.
A eso de las cinco de la mañana me di por vencida. Tenía un poco de insomnio. Salté de la cama para coger un polvoriento libro de mi estantería y entre las paginas del mismo volví a caer dormida. A eso de las nueve me desperté de nuevo. Fui hasta la cocina para coger algo de desayuno de la nevera cuando pude reconocer los pasos de mi madre tras de mí. Al girarme vi a una anciana con los ojos llorosos que se lanzó hacia mí para darme un fuerte abrazo mientras decía entre sollozos:
- Hija, treinta años hace que desapareciste.
Dios, echa la cuenta, eso son 30 años + lo que llevaba de antes... SIN SALIR DE BOTELLON AL CENTRO!! O_o Dios mio, que escándalo.
Escrito por Delirio a las 14 de Septiembre 2004 a las 03:05 AM