- Con la venia, señoría.
El abogado empezó a desgranar su alegato tranquilamente, sin mucha prisa. Sabía que era un caso ganado desde su inicio y no le preocupaba profesionalmente demasiado. En ese momento escuchó un leve zumbido cerca de su oreja que le distrajo; se quedó totalmente congelado, sin palabras. Carraspeó y trató de matar al mosquito, a la mosca, al insecto que fuera que le estaba fastidiando un trabajo fácil. Su cliente lo miraba con horror; la acusación, con sorpresa y algo de risa contenida. El juez, circunspecto, le pidió que continuara; sintió entonces dos, tres, cuatro zumbidos más.
- Disculpe, señoría. Hay... Hay tantos que...
- ¿Tantos qué? ¿De qué diablos habla, letrado? -preguntó inquisitivo el Juez.
El abogado entonces se volvió mirando por toda la sala, todos lo miraban a él y nadie parecía escuchar las decenas de zumbidosque el oía. Percibió entonces como el ruido iba decreciendo de intensidad en tanto lo sentía más próximo hasta que finalmente se fue centrando en su cliente. Vio pues como una treintena de moscas y algunas cucarachas luchaban por hacerse hueco en los ropajes del mismo. Sudando comprendió que nadie más lo veía. Su cliente le sonrió cínicamente mirandole a los ojos sin pestañear. Supó entonces lo que era sentirse el abogado del diablo.
Escrito por MäK a las 19 de Abril 2005 a las 12:59 PMBUENO ESTA CHIDO LA NETA
ES MUI TREETICO Y MUI DETALLADO. ME GUSTO