11 de Agosto 2004

The Club VIII: The Falling

Subí a la planta de arriba para llamar por teléfono a la policía y contarle lo ocurrido. Ya estaba harto de Kusack y sus historias. Esto no era un juego. Había muertes de verdad. Sacrificios por la causa, como él decía. El teléfono no tenía línea. Corrí a la calle hacia una cabina telefónica y marqué el número.

- Comisaría de Policía. ¿En qué puedo ayudarle?
- Oiga, yo se quien ha cometido los ataques de esta noche. Me gustaría prestar declaración. –dijo Gary bastante alterado.
- ¿Esta seguro de que desea declarar eso? –pregunto un voz al otro lado del teléfono.
- ¿Usted me ha oído? ¡Qué se quien ha cometido los atentados de esta noche!
- Creo que se equivoca, señor. –contestó la voz con un extraño tono.
- ¿Pero que coño...? ¿También esta usted metido en esto? ¡Joder!

Colgué el teléfono y corrí hacia mi coche. Busqué apresuradamente las llaves en mis bolsillos y lo arranqué. Iría en persona hasta la comisaría y si era necesario cogería una pistola y me pondría a pegar tiros hasta que alguien me hiciese caso. Conducía desquiciado por la ciudad sin más que pegar acelerones y frenazos. Entonces una voz familiar sonó detrás de mí:

- No vayas tan rápido. No querrás tener un accidente, ¿no?

Era Kusack. Estaba sentado en la parte trasera.

- ¿Qué haces ahí? –pregunté conociendo de sobra la respuesta.
- Te estaba esperando. ¿Dónde crees que vas? –me pregunto mientras alzo su mano derecha apuntándome con una pistola.
- A dar una vuelta –respondí estúpidamente sin pensar que él no era tan tonto como para creerse eso.
- Prueba de nuevo –remarcó apretando el cañón de la pistola en mi cabeza.
- ¡Te has vuelto loco! Has matado a gente inocente.
- ¿Inocentes? ¿Inocentes de qué? ¿Inocentes de participar de esta mierda de sociedad capitalista que nos controla? No, yo creo que no. Además, yo no he matado a nadie. Yo ni siquiera puse esas bombas.
- Eso es verdad. Tu no participas en nuestras acciones. Simplemente las diriges desde las sombras.
- Eso es. Sigue recto hasta la autovía. –indicó- Yo trazo las líneas que vosotros seguís.
- Nos has convertido en terroristas.
- No, terroristas son los que han muerto esta noche. Nosotros somos el brazo ejecutor de la libertad y la igualdad. Somos los discípulos de Tyler, el Jesucristo del segundo milenio. Y tu simplemente eres un Judas moderno. Que nos traicionas antes del alba.
- Tu demagogia no sirve conmigo.
- ¡Cállate y conduce! –gritó Kusack enfadado.

Esta claro que sus intenciones no son demasiado buenas. Con un poco de suerte me volara los sesos de un tiro. También es posible que prolongué mi sufrimiento el máximo posible. Aunque conociéndolo lo más probable es que piense que no soy digno de una muerte tan celebre y dolorosa. Si he de morir, juro que no caeré solo.

Por fin llegamos a la zona de los acantilados. Esperé en silencio. Querría matarme y tirarme por uno de esos barrancos, donde pasarían meses hasta que me encontrasen. En el instante en que me dijo que parase, pisé a fondo. Aceleré más y más mientras el me apuntaba desesperado con la pistola. Corría en dirección a un precipicio mientras forcejeaba con él. Yo estaba listo para morir, lo tenía asumido, pero él evidentemente no. Entonces comprendí que este era mi destino. Mientras chocábamos con la barrera de seguridad y la atravesábamos para caer por el precipicio le dije eso que una vez escuche de sus labios:

- Suéltate Kusack. Salta al vacío.


Escrito por MäK a las 11 de Agosto 2004 a las 02:34 PM
Comentarios

Y aqui termina mi fanfic (gracias Jack ;D) sobre El Club de la Lucha. Tengo otro en mente, aunque no del club de la lucha.El proximo tardara un poco en llegar porque ahora con los estudios no tengo tiempo para escribir demasiado.

Escrito por MäK a las 11 de Agosto 2004 a las 02:37 PM

Muy bueno el final. :)

Escrito por Santo a las 11 de Agosto 2004 a las 04:16 PM

No está mal, aunque algún retoquecillo le vendría bien. Me refiero al estilo. Por eso te recomendé leer el libro, podrías haber hecho que, ya que está escrito en primera persona, se notase más la rabia, la angustia y el desencanto del protagonista.
Recuerda, para escribir bien son necesarias dos cosas: leer mucho y escribir mucho. Nunca oirás un consejo mejor que éste.
(Que, dicho sea de paso, no es de mi cosecha).

Escrito por Jack a las 13 de Agosto 2004 a las 07:58 PM

Gracias Akane ^_^, puedes ver mas relatos por todo el blog.

Escrito por MäK a las 24 de Mayo 2005 a las 12:51 AM
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